Día #2 de la aventura ya pasó. Oficialmente ya no debería llamarle “nueva” aventura, pero todo lo que vivo es nuevo para mi. Desde los procesos que debo hacer antes de llegar hasta identificar los nombres de los utensilios en español.
Les cuento que mis clases comienzan bastante tempranito en la mañana. Por lo que ya a las 5:30am debo estar de pie y ayer me di cuenta que para las 6:15 am ya debo ir de camino o no llego a tiempo. Esto significa que detalles como echar gasolina o comprar café debe darse antes de esa hora. Ok. Checked!
Ayer me cambiaron la Chef. Al momento en el que llegué, comenzaban el proceso de presentación de estudiantes (¡si! llegué tarde, bah!). No pude escuchar mucho sobre ella y ella tampoco me preguntó mi nombre. Durante la clase pude escuchar entre ollas y murmullos que trabajó para Rosselló, trabaja para Pierluisi, al graduarse se dedicó a competir (es una chef muy joven) y estuvo en una competencia donde Massimo Bottura alabó su comida.
Su metodología de clases fue un poco desorganizada, pero no quita que se viera un intento de su parte en re-enfocarse. Si…. lo sé. Estoy ahí como estudiante, no supervisando su forma de enseñar. ¡Les dije que se me hacía difícil desconectarme! Algo que no me gustó de esta clase en particular fue rapidez con la que fuimos sobre los cortes (y el poco producto que nos dieron) y que solo a algunos grupos le tocó trabajar cierto stocks (caldos). La realidad es que esperaba poder trabajar más eso.
Cuando llegué me ubiqué en una silla cerca de un corillo de mi edad que ya se construyó con anticipación y parece que no hay ya boletos de entrada ahí. ¡Ay Dios! Jajaja Les confieso que estaba como rookie tratando de caer ahí porque llevan muchos años ya cocinando y conocen mucho. Pero no cabíamos todos en la mesa. Así que decidí irme solita (¡como si eso para mi fuera problema!) a la última mesita de la cocina frente al fregadero y el aire acondicionado. Recuerdo mis estudiantes diciéndome que se ubicaban en mesas cerca del aire porque aunque hacía frío de primera intención, cuando se prendía el horno y las estufas hacía mucho calor y eso los mantenía en buena temperatura. Y así mismo fue. Hice mi “mise en place” (término en francés que se usa en la cocina que significa ordenar todo lo que vas a usar para cocinar en su sitio) para continuar. Una vez que la Chef pasó a asignar vegetales para los cortes y los caldos que nos tocaban, un compañero de la mesa anterior a la mía decidió mudarse a mi mesa para apoyarme con el caldo de vegetales que nos tocó. Luego llegó otra chica que estaba tarde y se unió.
Mis dos compañeros fueron de lo más chevere. El chico es genial y trabajaría nuevamente con él en cualquier momento. La chica… no sé qué decir de ella. Creo que me la tengo que ganar más. Me da la impresión que - o es muy tímida o no le caigo muy bien. Aunque estoy por descartar la primera porque hablaba más con el chico. Pero nada. Fluyó todo muy bien. Cortamos, limpié mi área y tan pronto la chef dijo que teníamos que esperar 45 min para que se cocinara, me fui afuera a llamar a mi madre que me había escrito y llamado varias veces durante la clase. Resulta que pensaba que me quedé dormida porque no le avisé que salí. Jaja Creo que me tocará llevarle la serenata los sábados para que vea que me voy para clase.
De acuerdo a la estructura de la clase, se supone que todos los estudiantes roten y trabajen con todos. Yo prefiero eso a amarrarme a un grupo. Pero esta fue la segunda clase y todos se unieron a trabajar en los mismos grupos que la semana pasada. Yo espero que eso rompa pronto o estaré hostigando algunas mesas jaja. Parte de la dinámica si debe ser explorar y conocer gente nueva para también aprender de ellos.
Btw, mis cortes quedaron terribles. Malos malos malos. Mi cuchillo, aunque nuevo, estaba boto (no se si así se dice pero eso dijo la Chef). No estaba afilado. Y en cada intento con las zanahorias se me iba de lado. Fue un poco frustrante ese primer intento. Pero sabrán que mañana me compro una bolsa de zanahorias y una de cebollas. No puedo ir a clases culinarias y decir que no me sale un julienne bien hecho. Bochooooorno.
Sin cumplirse los 45 minutos aún, la chef nos pidió que apagáramos estufas porque debíamos poner los caldos a enfriar. Mis compañeros se encargaron de “colar” el caldo y yo de transferir con una cuchara a los envases plásticos donde quedarían hasta la próxima semana que los usaremos para salsas.
Mi misión de esta semana es practicar cortes y afilar mi cuchillo. Y afilar mis destrezas de socialización para caer en otros grupos y seguir aprendiendo de todos.
Ya veremos.
#vamoaviajar
1 comentario
A romper corillos!!! Ellos se lo pierden si no. Un cuchillo sin filo de bien peligroso por la fuerza que tienes que hacer para que corte. Marshalls vende unos afiladores buenos y a 9.99. Eso de la foto parece un mirepoix. Me iría contigo a las clases!